La forma de vida actual requiere de un entrenador personal, dado que el individuo para alcanzar sus objetivos necesita de una persona que oriente canalice y marque unas directrices adecuadas para alcanzar la excelencia personal.
Vivimos en un paradigma lineal y estructurado marcado por Newton y Descartes en donde se nos separa de nosotros mismos.
Hoy la ciencia, mediante la mecánica cuántica, está concluyendo que el paradigma Newtoniano del universo reloj está limitado.
La Física Cuántica nos proyecta a un paradigma holístico en donde todos estamos unidos.
Somos los creadores de nuestra realidad.
Para que este nuevo paradigma se integre en las instituciones que nos programan, tendrá que pasar algún tiempo, sin embargo si tomamos la iniciativa de investigar e incorporar en nosotros mismos ahora este nuevo enfoque mediante un entrenador personal o coach llegaremos más rápido a la integración de nuestro ser y a la conquista de nuestros objetivos.
Los orígenes del coach
La palabra coach tiene su origen en la palabra francesa Coach,
«carruaje o vehículo para transportar personas de un sitio a otro». No obstante el coach al que nos referimos en la actualidad tiene su principal exponente en Timothy Gallwey, capitán del equipo de tenis de la universidad de Harvard, el cual tomó conciencia de la importancia de la mente en el mundo del deporte, tal y como lo reflejó en su libro “The Inner Game of Tennis” (1.975) y dando lugar a una serie de publicaciones posteriores como “The Inner Game of Ski” y “The Inner Game of Golf” que revolucionaron a partir de ese momento la enseñanza del deporte en el mundo.
El coach o entrenador ayuda al deportista a mejorar su rendimiento y alcanzar resultados extraordinarios. Aunque los primeros casos documentados de coach en el mundo de la empresa aparecen en Estados Unidos en 1.940, no es hasta los años 80 cuando el coach alcanza su madurez en programas de desarrollo directivo.
En la historia del coach ha jugado un papel muy importante la Escuela de Palo Alto, California, entre sus contribuciones cabe destacar el desarrollo de la teoría de la comunicación sistémica y la concepción de una metodología del cambio. Paul Watzalawick es la figura más destacada de esta escuela donde se encuentran investigadores de distintas disciplinas.
El coach está muy influenciado por la Programación Neurolingüística (PNL) y la
Inteligencia Emocional.
La PNL tuvo su origen en las investigaciones de Richard Bandler y John Grinder y constituye un modelo de cómo funciona la mente y la percepción humana, cómo procesa la información y la experiencia y las diversas implicaciones. La PNL investiga los procesos que hacen que transmitamos nuestra representación del mundo a través del lenguaje.
El concepto de Inteligencia Emocional tiene un precursor en el concepto de Inteligencia Social que en 1.920 hizo el psicólogo Edward Thorndike. Fue introducida en el mundo de la psicología en 1990 por los investigadores Peter Salowey y John D. Mayer, y ha sido posteriormente capitalizado por Daniel Goleman en 1995 con su libro del mismo nombre.
La inteligencia emocional la describen como un tipo de inteligencia diferente y necesaria, es una forma de interactuar con el mundo que tiene en cuenta los sentimientos y engloba habilidades como el control de los impulsos, la autoconciencia, la motivación y el entusiasmo.
En el campo de los recursos humanos y en concreto en lo relativo a actividades de asistencia a un cliente, tal y como dice François Caby en su libro el Coach, nos encontramos con varias prácticas que podrían confundirse con el coach, por ejemplo: consulting, counselling, mentoring y monitoring, entre otras.
Todos ellos, tienen en común que el consultor, consejero, mentor, monitor, desde su punto de vista de expertos recomiendan al cliente lo creen que tiene que hacer. Sin embargo, el coach no aporta soluciones, el coach ayuda al cliente a encontrar el camino para su desarrollo a través de preguntas, le acompaña durante el proceso de cambio y está disponible cuando se le necesita, pero es el coach quien tiene las soluciones y la responsabilidad de llevar a cabo el cambio o proceso de mejora.
También existe cierta confusión entre el coach y el psicoanálisis, pero su objetivo y metodología son muy diferentes. El psicoanálisis busca la explicación a la situación actual en el pasado y trabaja los orígenes y las causas de los problemas con este enfoque.
En el coach, el pasado no importa realmente, lo importante es la toma de conciencia del futuro deseado y las acciones que se emprenderán en el presente para alcanzar ese futuro. En la actualidad el coach tiene distintas modalidades, si bien la más conocida es el coach ejecutivo, también hay especialistas en coach grupal o de equipo, (más orientad a temas personales).
Ya no es exclusivamente una herramienta de desarrollo de directivos, hoy tiene importantes aplicaciones en el mundo de la política y de la educación, no siendo extraño que políticos, gobernantes y en general personas con exposición pública tengan su coach particular.
Deja una respuesta